Pobreza Menstrual

 Yo vivo en un país donde la Pobreza Menstrual es una realidad de casi el 80% o incluso más de mujeres y  niñas y no me esperaba leer que en España también era tan alto este porcentaje.

Volviendo al contexto en el que yo me encuentro. Hablar de este tema en el aula es casi un tabú, genera vergüenza, rechazo pero es que incluso hay familias que se quejan a la dirección del centro si se habla de estos temas; ya que consideran que es un tema privado de las mujeres y niñas y que en ningún caso debe ser tratado en la escuela. Aún así, y de manera casi casi clandestina, el tema es tratado en las aulas. ¿Pero qué se observa?

Pues que la información que manejan muchas de las niñas y adolescentes es casi nula y ya no digamos los niños o adolescentes, que casi ni saben qué es, o cómo es un tema "de chicas" ni se interesan, cuando creo que están muy equivocados, no se trata de un tema de chicas o chicos sino de la sociedad. 

En el centro en el que yo me encuentro, va la élite de la ciudad, pero aún así hay muchas niñas que ocultan, se avergüenzan y no saben muy bien cómo actuar ante los días de la menstruación o que los productos que utilizan, no son suficientes. No sé tienen en cuenta ni sus necesidades físicas y ya ni hablar de las emocionales. 

Muchas se aíslan esos días o se las estigmatiza. Pero incluso esto ocurre con las maestras, para muchas de ellas también es un tema tabú o incluso vergonzoso. Además, el hecho de que lleguen a esta etapa de sus vidas hace que para muchas de las niñas empiece una carga muy grande, cosa que para los niños no ocurre. En las familias se les empieza a advertir de los peligros de ir con chicos pero no desde la educación y la responsabilidad y se les dice "que ya son mujeres", con la carga que eso conlleva en esta sociedad cuando en realidad siguen siendo niñas. En este punto hay que matizar la necesidad de educar en estos temas a todos: niños y niñas, los embarazos no deseados, las relaciones sexuales, el despertar y descubrir sexual es algo que les ocurre a todos por igual, pero aquí a los niños se les da libertad, se les alaba, y en cambio la responsabilidad cae sobre las niñas. Ellas deben cuidarse, ellos no. Por lo que son necesarias las campañas educativas en la corresponsabilidad de estos temas.

No me quiero extender más con el tema. Pero todo este tema, además del precio que conllevan estos productos, de nuevo están marcados por los sesgos de género. Son productos para las mujeres y por lo tanto, no interesan, no se regulan, no se les baja el precio. Estamos, una vez más, ante un claro caso de discriminación.